La otra parte del trabajo
La biblia está llena de relatos en los que personas como nosotros, estando en situaciones difíciles, tomaron decisiones fuertes, dejando a un lado el miedo al fracaso, esperando que la poderosa mano de Dios llegara en su ayuda.
Hoy, Himnario Evangélico te trae una reflexión sobre la fe 🙏🙏🙏. Porque sabemos que el movimiento cristiano surgió, surge y siempre surgirá debido a la fe en el Dios sobrenatural.
La biblia relata en Mateo 14-22 📖 que Jesús un día dejó a sus discípulos navegar solos en las profundidades de un lago a altas horas de la noche, Y cuando el viento les fue contrario, las cosas se pusieron muy difíciles para ellos; pero en medio de aquella tensión, a lo lejos vieron que alguien se asomaba, lo que les provocó gran terror creyendo que se trataba de un fantasma; pero solo era Jesús quien les llegaba caminando sobre el mar. Les dijo que no temieran. Y fue ahí cuando la voz de uno de sus discípulos atravesó aquella niebla helada. Era Pedro pidiéndole ir hacia él.
Pedro comenzó a caminar encima del agua...
Esa dramática escena nos recuerda que el milagro de la fe ocurre en corazones rodeamos de miedo e incertidumbre, y saca a relucir el poder de Dios; lo que provoca que ocurran cosas que se escapan de la realidad, sucesos asombrosos que sin Él, solo podrían existir en la imaginación.
Y es que en la vida constantemente estamos pasando momentos de temor, situaciones que se salen de nuestro control o a veces oportunidades difíciles de tomar, provocando que nos preguntemos qué hacer. Tal vez ahora te encuentres atravesando un momento así, y temes que si te vas por aquel camino algo podría salir mal, porque a lo mejor no estás tan mal en la vida y temes perder lo poco que has logrado, o a lo mejor intentaste algo arriesgado antes y no salió como esperabas, y luego hoy sientas que lo mejor es no atreverse a tanto.
Pero en realidad, si pudieras mirar más allá de tu cancha, más allá de un pasado doloroso, te darías cuenta de que el Señor sigue ahí esperando a que bajes de la barca, que tomes esa decisión difícil, no porque tú puedas, sino porque él es Todopoderoso y quiere ayudarte a que cumplas tus planes o anhelos.
Si has estado sintiendo que no debes porque es mucho, es tiempo de que recuerdes, que no tienes por qué ir solo, que quien acompaña cada paso que decides dar con valor, es Jesús; que él estará a tu lado, y no dejará que te ahogues en el fracaso, como no dejó a Pedro hundirse en el agua incluso cuando su fe comenzó a abandonarlo.
Ahora es tiempo que recuerdes lo maravilloso que es caminar en fe hacia el Maestro, que nada vuelve a ser lo mismo. Porque recuerda: si vences el miedo y te atreves a caminar por tus ideales, la otra parte del trabajo, lo imposible, lo hará el Señor tu Dios.
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