Cuando dejamos de caminar con Dios

Dios es nuestro creador, por lo tanto, sabe todo de nosotros. Él conoce nuestras fortalezas y debilidades. Y Dios es compasivo.

Si sabemos todas estas cosas, ¿por qué de pronto alejamos nuestra vida de él?, ¿qué es lo que hace que el ser humano se aleje de Dios?

La biblia relata que en cierta ocasión el apóstol Pablo le contó a Timoteo, en su segunda carta (4:10), que había alguien que lo había abandonado y se había ido "amando este mundo" mientras él misionaba con el evangelio. 

Y es que esta vida tiene muchos atractivos, lo que puede hacer inevitable el querer echar raíces aquí, y construir una vida limitada a las cosas materiales. Porque es más fácil creer en lo que se ve y se obtiene con esfuerzo "propio" que creer en lo invisible: en la promesa de una palabra que dicen que fue dicha por un ser que no podemos ver.

Y Dios sabe que nosotros somos tan débiles en fe. Es por eso que la recompensa que él da para quienes se atreven a creerle y comienzan a despegarse del amor por lo material, poniéndole como prioridad sobre su vida, es tan grande que, a ojos de los demás, resulta una ilusión.

Es así como hay una diferencia entre los que creen y los que no, porque aquí viene el secreto: Creer es un trabajo difícil al principio, es como encontrar en el camino un gran muro, y en lugar de decir: "no se puede pasar" y dar la vuelta, atreverse a elegir decir: "buscaré el modo de llegar al otro lado".

La biblia está repleta de historias de personas que se atrevieron a intentar cruzar al otro lado, y creyeron en lo imposible, en una palabra que les dijeron que fue dicha por Dios. Y el resultado fue que Dios mismo caminó con ellos; porque así es Dios, él está respaldando sus promesas siempre. Mientras que hubo muchos otros que solo se conformaron con el aquí y ahora, ignorando lo mejor.

Hoy sabemos que aquellos grandes hombres de fe duermen esperando redención, porque ganaron algo más que dinero, fama y buena vida. Ellos heredaron la vida con Dios. Y ese mismo despertar glorioso le espera a todo el que hoy se anima a creer en Dios.

Himnario Evangélico te trae un mensaje fuerte y directo: No renuncies a tu fe, no te apartes amando este mundo. Ya que si no lo haces a ti te está esperando un regalo que aquí no podrías tener jamás, eso tan inefable que solo puede alcanzar quien sigue creyendo a pesar de todos los atractivos que este mundo ofrece.

Por lo tanto, te animamos. Que no se debilite tu fe. Cree con mayor firmeza que nunca, si hasta hoy tambaleabas. Y aunque quizá aquí mañana te falte el pan y sientas mucho dolor, siempre te abrigará el gozo y la paz de saber que tu futuro está seguro en Dios.

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