Esencia: Tu valor en el olvido

Una de las cosas que la humanidad más se pregunta es "Cuál mi valor en la vida".

Y aunque existen diferentes puntos de vista: filosóficos, científicos, incluso nuestra propia manera de ver e interpretar la vida; también está el de la Biblia.

La Biblia, a la que muchos de sus lectores nos referimos como: La Palabra De Dios, tira sus líneas basándose en el amor. Nos dice que Dios es amor, y que a nosotros nos creó a su imagen y semejanza. Nos explica que a medida que fuimos separándonos de su voluntad, intervino enviando a su hijo único Jesucristo para que a través de su sacrificio fuésemos nuevamente reconciliados con él.

Entonces dos hechos importantes: 

- Nos hizo tal como él es

- Envió a su hijo en rescate por todos

Si nos detuviéramos un momento a reflexionar en esos hechos, si dimensionáramos la grandeza de esos dos acontecimientos, nos daríamos cuenta de que los hemos estado haciendo muy pequeños, de que son un tesoro que no hemos buscado bien, ¿Por qué?

En el libro de los Salmos, el autor de uno de ellos recita:

"Dios mío, ¡acepta mi oración y mis ruegos! ¡Dame entendimiento, y sálvame, tal como has prometido!"
Salmos 119:169 - TLA

Al contemplar esa declaración, nos damos cuenta de que esa voz, en más de algún momento, ha circundado también en nuestra propia cabeza. De algún modo esas palabras también han sido nuestras; nosotros también nos hemos sentido desesperados y hemos visto la necesidad de implorar a Dios su ayuda.

Pero entonces por qué llegamos a ese tope en la vida, ¿de dónde viene ese instinto de suplicar a Dios por socorro?

Proviene del hecho de que aún no alcanzamos a comprender lo que nosotros significamos para Dios... 

Tal vez en el pasado, hayas cruzado una situación crítica, Y es probable que después de aquellas súplicas, sin aparentes respuestas, hayas desistido. Tomaste la decisión de  no volver a entablar una relación con Dios.

Y quizá hoy, en situaciones similares, en lugar de acudir a Dios, te bloqueas sintiéndote culpable, Quizá digno del mal que te ha sobrevenido, te has preguntado: "¿Por qué tendría Dios que ayudarme?", "¿quién soy para Dios como para tener esperanzas en él?"; porque es justo ahí donde nos cuestionamos del valor que tenemos para Dios.

¿Pero Dios qué dice? En toda la Biblia, sus respuestas impresionantes nos dicen:

Que tenemos quien abogue por nosotros:

"... y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.".
1º de Juan 2:1 - RVR1960

Que Jesús puede compadecerse porque estuvo en «nuestros zapatos»:

"El diablo le puso a Jesús las mismas trampas que nos pone a nosotros para hacernos pecar, sólo que Jesús nunca pecó. Por eso él puede entender que nos resulta difícil obedecer a Dios."

Hebreos 4:15 - TLA

Y que espera ver llegar nuestras peticiones

"Pidan a Dios, y él les dará. Hablen con Dios, y encontrarán lo que buscan. Llámenlo, y él los atenderá."
Mateo 7:7 - TLA

 Así que deja de sentirte un fracaso, y de tratarte como alguien indigno de misericordia, Ya que Dios entiende tus debilidades, y te defiende, y sí, te escucha.

¡Tú vales!, él es tu Padre. Y tú debes creerte lo que eres para él: Su hijo, la imagen misma de él.

"... a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios".
Juan 1:12 - RVR1960.

Este día te animamos a que vuelvas a recuperar la comunicación con Dios. Habla de nuevo con él, vuelve a orar, a pedir y a contarle tus secretos, tu historia, tus penas, como el hijo que eres.

Y jamás vuelvas a olvidar lo que eres en esencia: alguien importante para Dios.